Buenas
noches! Hoy me metería en la cama sin pensarlo porque llevamos desde las 9.30
hasta ahora que son las 00.20 sin parar, pero como lo he pensado os cuento…
Templo de Zeus |
A
las nueve estábamos reponiendo pilas con el desayuno del hotel, que buena
falta nos iba a hacer, y después empezamos la caminata. Al salir del hotel nos
dirigimos al Templo de Zeus (Júpiter para los romanos) el rey de los dioses. El
templo se empezó a principios de s VI a C. y no se terminó hasta el siglo II a
C. De sus 104 columnas corintias de 17 metros de altura solo quedan 15 en pie,
ya que un terremoto en la Edad Media lo derribó y sus ruinas se usaron
para la construcción.
Desde el Templo de Zeus en dirección este nos
fuimos a ver el Estadio Olímpico (Panathinaikó Stadio). Está construido en
mármol blanco y tiene forma de herradura y el primero que se construyó en este
lugar fue de madera y data del año 330 a C. El actual tiene un aforo de 60.000
personas y se construyó en 1869.
Evzones |
Vistas desde Likavitos |
Monte Likavitos |
Siguiendo dirección noroeste atravesamos la zona Kolonaki (el barrio de pasta, el Serrano de Madrid) para llegar
al monte Likavitos que es la colina más alta de las atenienses con 277 metros
de alto. Su cima la corona la ermita de Agios Georgios llena de imágenes que la
gente besa y después da un coscorrón en el mismo lugar del beso... amor y
penitencia? Además tenemos un mirador con vistas privilegiadas. Se puede subir
por un sendero que zigzaguea por su ladera o en el funicular desde las 8:00
hasta las 00:00 cada media hora y por 7 Eu. Nosotros nos subimos al funicular.
Los pies nos empiezan a decir basta! y decidimos
montarnos en el autobús turístico descapotable con dos recorridos. Uno de
Atenas al Pireo y otro por la zona monumental de Atenas. 20 Eu por barba: te
dan un par de guías, unos bonos descuento que no utilizas, unos casquitos para
poderte enterar de algo en tu idioma y cada billete vale para dos días.
Empezamos por la ruta hacia el Pireo. El Pireo está
situado al sur de Atenas y está rodeada de mar. La construcción y arquitectura
fue obra de Ipódamo quien empezó con el diseño reticular de sus calles y que
sirvieron de ejemplo en N.Y. o Barcelona. El Pireo tiene uno de los mayores
puertos del Mediterráneo tanto de pasajeros como de mercancías y por aquí
pasan, antes de distribuirse por Europa, la mayoría de los artículos
orientales. Una de las zonas más atractivas y con encanto es Mikrolímano con un
pequeño puerto, zonas de ambiente y restaurantes pegados al embarcadero.
Después
de El Pireo llegamos de nuevo a Atenas y empezamos con las ruinas. Esta vez no
nos bajamos del autocar porque henos preferido dar la vuelta completa,
llevarnos una idea general de Atenas y mañana poder elegir la ruta. En términos
generales os resumo lo que vimos (se me están empezando a cerrar los ojos).
Empezamos por el Templo de Zeus, la siguiente parada fue a los pies de la
ladera donde se encuentra el Acrópolis y el Partenón, seguimos hacia el
Palathinaiko, después la Academia de Artes, Universidad y La Biblioteca
Nacional para llegar a la plaza principal, la Plaza Omonia. Desde aquí seguimos
callejeando para llegar de nuevo al Tempo de Zeus.
Llega
la hora de cenar y nos sentamos en un rinconcito de una de las callejuelas de
Plaka para tomarnos una merecida cerveza (aquí los botellines son de medio
litro), cenamos algo y nos hacemos un recorrido nocturno alrededor del
Acrópolis. Expectacular! Y de aquí al hotel.
Estába con la duda y según entrábamos por la puerta
del hotel, le hemos preguntado al recepcionista si es cierta la fama que tiene
el yogourt griego y nos ha comentado que si, que no se arriesga a decir que sea
el mejor del mundo pero es verdad que está muy bueno.
Y con esto me voy a dormir. Mañana más!
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